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PRACTICA ESPECIAL DE LUNA LLENA

Sede Córdoba

Lunes 6 de ABRIL

de 19.45 a 21.15 hs

IMPORTANCIA DE MEDITAR EN LUNA LLENA

Algunas preguntas que surgen son: ¿Qué tiene que ver la Luna con nosotros? ¿cómo afecta el ámbito de la psiquis humana? ¿Por qué a los locos se les decía “lunáticos”? ¿Por qué se relaciona la Luna Llena tanto con los enamorados como con el “hombre lobo”? ¿Por qué a las mujeres se les dice “está con la luna”? ¿o en general decimos de alguien que “está alunado”?

LA LUNA Y EL AGUA

La luna es un satélite que gira alrededor del planeta Tierra y da una vuelta completa en 28 días. La Luna no tiene luz propia sino que brilla por la luz del Sol irradiando sobre ella. Entre el Sol y la Luna se forma una danza o relación llamada “Ciclo Sol-Luna”, que definirá la forma en que la veremos. Este ciclo inicia en Luna Nueva, luego cuarto creciente, Luna Llena y finalmente cuarto menguante, hasta nuevamente volver a Luna Nueva y comenzar otra vez.

Desde un punto de vista geográfico, la Luna tiene un efecto gravitatorio sobre las mareas. Todas las noches ejerce su poder magnético sobre el agua de los mares y produce el efecto de pleamar. El planeta es en un 70% agua y nuestro cuerpo, también. Por eso que la Luna, así como influye en el agua de los mares y océanos, influye también en el agua de nuestro cuerpo.

Cuando es Luna Llena es muy común –especialmente para las mujeres-retener líquido y sentir hinchazón en las manos, dedos, tobillos. Me gusta decir que “está prohibido pesarse en luna llena” ya que la balanza va a indicar más de lo habitual. Luego, en cuarto menguante, volveremos a eliminar el líquido retenido, de igual forma que la marea baja ya al despuntar el Sol, una vez que la Luna dejó de influenciarla.

SOL Y LUNA EN LUNA LLENA

El Sol, desde las tradiciones más antiguas, es símbolo de la energía masculina, de la luz, de lo claro y distinto, de la consciencia y de la racionalidad. La Luna, en cambio, es símbolo de lo femenino, de lo oscuro, de lo oculto, del mundo emocional e inconsciente. Sol y Luna no remiten a una cuestión de sexo o de género sino que activan la energía masculina y la energía femenina que nos conforman en tanto humanos y están presentes en toda la naturaleza.

Se llama “plenilunio” al momento en que el Sol y la Luna están exactamente en los mismos grados, pero en signos opuestos. Los días de Luna Llena son 5: los dos días antes y los dos días después del Plenilunio.

Un niño podría preguntar : ¿de qué está llena la luna? la Luna está llena de Sol… Es el momento en que el Sol y la Luna, en esa danza que hacen en el cielo, quedan mirándose frente a frente, desnudándose en sus miradas. El Sol baña a su amada con toda su luz. Y la Luna, receptiva, absorbe los rayos hasta lograr iluminar con ondas de plata la más profunda oscuridad de la noche.

SIMBOLISMO DEL AGUA

Desde una mirada más simbólica, el agua no es solamente un elemento de nuestro cuerpo y de la naturaleza sino que también el agua es un símbolo de las emociones. En Sánskrito, se usan casi los mismos sonidos: “Apa”: amor y “Apta”: agua.

La naturaleza del agua es fluir; su inteligencia radica en encontrar siempre el camino más corto entre dos puntos. Si el agua no fluye, se estanca. De igual manera, si nuestras emociones no fluyen, nos estancamos y bloqueamos. La emoción es un movimiento que nos impulsa a la acción y, paradójicamente, por temor lo refrenamos.

Entonces, así como el Sol está iluminando a la Luna, de igual manera, nuestras emociones, nuestras partes escondidas, misteriosas y ocultas, también quedan iluminadas. Sea cual fuere nuestro mundo interno, se revela y emerge a la luz de la conciencia.

Si internamente hay paz y bienestar, Luna Llena es un momento de gran éxtasis. Buda se iluminó una noche de Luna Llena bajo el signo de Tauro y permaneció en silencio durante una semana completa, ya que “las palabras terminan donde la verdad comienza”.

Muchas son las personas que se dan cuenta de que están enamorados en este período. El amor hacia alguien se hace tan patente que desborda…es por eso que son famosas también las imágenes de Luna Llena para los enamorados.

Por el contrario, si tenemos cuestiones irresueltas (si hay una relación que ya no nos gusta en su dinámica o nos sentimos saturados del trabajo que tenemos o queremos mudarnos o necesitamos hacer un cambio), nuestras emociones están más exaltadas que nunca y nos sentimos más irritables, intolerantes y probablemente caemos presos del insomnio o nos cuesta dormir. Todos nuestros instintos están exacerbados. De allí viene la expresión del “hombre lobo”, que nos brota en días de luna Llena.

LA LUNA Y LOS ESTADOS EMOCIONALES

En el medioevo a los locos psiquiátricos se les decía “lunáticos”; porque sus estados emocionales dependían de forma directa de los ciclos de la Luna. Luna Llena pasa a ser el momento de máxima intensidad emocional, en que los instintos se disparan y se exacerban aún más, subiendo la marea de nuestras emociones.

La Luna está tan vinculada con nuestros estados de ánimo que para la Sabiduría Védica no hay estado de ánimo que dure más de 2 días y medio, el tiempo preciso en que la Luna recorre cada signo del zodíaco mes a mes. (La Luna recorre los 12 signos zodiacales en 30 días)

Luna Llena, lejos de ser un momento de “quedar alunados” es una oportunidad de observarnos internamente para darnos cuenta qué nos está pasando, cuán ordenada o desordenada está nuestra casa interior y nuestro mundo emocional.

En la Luna llena, se nos muestra como en un espejo lo que nos sucede. Muchas veces podemos sentirnos frustrados ya que se puede apreciar la brecha entre lo deseado y lo consumado; entre lo que queríamos lograr y lo efectivamente realizado.

LA LUNA COMO UN ESPEJO QUE REFLEJA…

Luna Llena es momento de observar sin juzgar, de aceptar activamente, para poder empezar a tomar responsabilidad sobre nuestras emociones o acomodar lo que no nos gusta en nuestra vida.

Momento de mirar la verdad desnuda de nuestros sentimientos, de lo que yace en nuestro inconsciente, de nuestra capacidad para ser fértiles ante lo que acontece, de observar cuán conectados estamos con la energía creativa, con nuestro hogar, con nuestra madre, con lo femenino y con nuestra vulnerabilidad y también con el ser más susceptibles a los estados de ánimo de otras personas.

Luna Llena es momento de vivenciar que los valores opuestos son complementarios. El Sol está en un signo y la Luna en su opuesto complementario. Por eso en cada Luna Llena lo que importa es el diálogo que se da entre el Sol y la Luna, para llevar a nuestra vida las preguntas, interrogantes y sugerencias que los dos luminares abren en nosotros.

Doce son las caras de la Luna y en cada uno de sus rostros podemos tomar contacto con energías arquetípicas que yacen en el interior de la psiquis humana y que vibran en el resto del universo.

Cada mes, cambia el ritmo y el pulso de las energías que entrecruzan Sol y Luna, masculino y femenino. La máxima distancia, la máxima tensión, el punto en que la danza deviene un proceso de hacer conscientes las diferencias que nos complementan y por tanto nos completan en nuestra polaridad.

Por todo esto, Luna Llena es un momento ideal para meditar bajo la luz de la Luna.

Cuando meditamos, se apagan los cinco sentidos y encendemos el sentido interno. De esta forma, logramos centrarnos, equilibrarnos, tomar distancia de los hechos, encontrar la manera de estar en paz. Meditar es la profunda experiencia de volver a casa, de volver a nuestro Ser…

Luna Llena es un momento ideal para meditar con otros, ya que la energía grupal posibilita profundizar mucho más en nuestra práctica. Tal como velitas, nos vamos iluminando unos a otros y así se genera una gran sinergia grupal.

Cuando meditamos en grupo, Luna Llena es el mejor momento para meditar e irradiar nuestra propia luz.

Texto de: Patricia Olmo

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