¿Por qué los yoguis se levantan tan temprano?
por Angeles Alaggia
Hace un tiempo, recibí de mi Maestro de yoga Hernán Rodriguez Borgonovo el desafío de levantarme temprano a hacer mi práctica de Ashtanga Vinyasa Yoga.
Siempre fui una persona activa. Desde pequeña, de esas que no podemos quedarnos quietas ni un ratito y sentimos que cada minuto de nuestras vidas debe dar su fruto de productividad al máximo.
Esta característica muchas veces fastidiosa, debo admitir, me ayudo a emprender este desafío.
Siempre me levante temprano, asi que me dije “¿porque no intentarlo?”
Comencé mis prácticas al amanecer… 6 o 6.30 am, no recuerdo bien. Mi día laboral comenzaba a las 9am, por lo que necesitaba cierto margen de tiempo para tomar un ligero desayuno luego de la práctica antes de comenzar a dictar mis clases en Casa de Yoga.
Los primeros meses, fueron “intensos”, una frase que define muy gráficamente la experiencia es “me sentía nadando en dulce de leche”…literal!
Cualquier excusa era válida para abandonar la práctica a mitad de camino, las frustraciones brotaban constantemente, dudas, sensaciones desagradables… cuestionamientos tales como “¿Por qué me estoy haciendo esto a mí misma?, ¿qué necesidad tengo de hacer esto tan temprano?”… y todo tipo de obstáculo que se puedan imaginar apareció en el camino para desafiar mi decisión.
Por suerte, soy una persona bastante confiada. Si mi maestro me había dicho que practicara a la mañana, algo bueno tendría que salir de este periplo.
Me era difícil pensar que en algún momento podría sentir la misma sensación de intensidad y profundidad que sentía cuando iba a una clase guiada de Hatha Yoga Dinámico. Pensar en eso me frustraba bastante. Por momentos sentía que me “iba a atrasar en mi practica, porque nadie me asistía, me corregía o incentivaba a dar lo mejor de mi”
El tiempo fue pasando, y firmemente sostuve mi práctica. Con altibajos constantes, hasta que en un momento comencé a sentir algo asi como “estabilidad”, podía fluir, respirar… transpirar un poquito. Me dije a mi misma “listo, ya está, ahora se viene lo lindo”, cosa que no duro ni un mes!! Al poco tiempo, la vida y sus remolinos volvieron a agitarse, las emociones volvieron a revolverse… y la práctica, obviamente… volvió a modificarse.
Fue una experiencia interesante, ya que ahí comprendí porque dicen que el “equilibrio es dinámico”, no podemos pretender estar fantásticos siempre, como tampoco creer que vamos a nadar en dulce de leche para toda la vida. Todo es transitorio, lo feo… y lo lindo.
La práctica al amanecer continuó, cada vez un poquito más temprano, ya que se iban sumando posturas de la serie y cada vez necesitaba más tiempo! La energía empezó a fluir cada vez más. Mi vida siguió su camino, con todos los sube y baja que implica estar vivo.
Apareció el amor, Leo, que poco a poco se fue sumando a mi rutina matinal, cosa que agradezco, ya que los dos nos empezamos a quedar dormidos a eso de las 11pm
Aparecieron nuevas responsabilidades, nuevos horarios… levantarse maaaaas temprano…
Y la práctica siempre continuo… nunca igual a nivel físico pero si cada vez más firme a nivel mental. Cada vez más despojada de la forma o la sensación de las posturas pero cada vez más intensa y profunda, cada vez menos frustrante y más empoderante.
Más allá de los beneficios que conlleva la práctica diaria de yoga, lo que más valoro, sobre todas las cosas es como este desafío, que en un comienzo parecía ser una hazaña de samuray ha trabajado mi fuerza de voluntad.
La disciplina de levantarme y hacer mi práctica me ayuda a sentirme fuerte internamente, me ayuda a aceptar que a veces no puedo, y me permite ver que muchas veces creo que no puedo y si puedo, solo tengo que ser paciente y trabajar en ello. Me ayuda a percibir con más claridad. Me hace sentir viva, feliz y agradecida de la vida que tengo.
Y como un círculo, que no tiene un comienzo ni un fin, estos “frutos de la práctica” son los que me motivan a seguir practicando.
Veo a muchos de mis alumnos “ir y venir” con sus prácticas de yoga. A veces a full y a veces no los veo por meses. Algunos me escriben justificando sus inasistencias, otros me cuentan de lo difícil que se les hace sostener la práctica.
Mi experiencia personal me enseño, y en parte es lo más importante que pretendo transmitir con este texto a ser constante y a aprender a TRANSITAR “lo feo y lo lindo”.
Ya lo dijo el gran maestro de Yoga, Iyengar “El yoga es un espejo para mirarse desde adentro”, en la práctica me veo reflejado, y ese reflejo no siempre me devuelve una imagen luminosa de mí mismo, por eso es tan difícil sostener la práctica.
"Si la práctica no te lleva hacia el lado oscuro de tu propia vida es que algo no estás haciendo bien... La luz llega cuando aceptamos la propia sombra"
Los procesos internos necesitan SOSTENERSE para poder transmutar… confíen en su práctica. Si la practica viene complicada, con más razón hay que realizarla!!!!!
CONCLUYENDO
No escribo esto para que la gente mañana empiece a levantarse a las 4 de la mañana a practicar, pero sí creo que la energía se contagia, y que saber que alguien lo puede hacer y seguir con su vida, habilita muchas veces a que otros comiencen a considerarlo.
Obviamente voy a recomendarte que practiques Yoga, a mí me cambio la vida y creo que a todos nos la puede cambiar, pero se requiere confianza en la práctica, mucha constancia y compromiso. El Yoga no hace magia.
Desafío a todos a practicar yoga! Y a los que tienen sus mañanas libres, a practicar bien temprano. En la escuela o en casa.
ALGUNOS EXTRACTOS DE TEXTOS SOBRE LOS BENEFICIOS DE PRACTICAR A LA MAñANA
Sadhana significa una práctica de autodisciplina que le permite a uno expresar el Infinito dentro del ser de uno. Es un tiempo, cada día, para notar los patrones que nos alejan de la conciencia superior y para transcender esos patrones. Sadana es una actividad consciente. Conscientemente, decidimos levantarnos , ejercitar el cuerpo y meditar.
Las 108 escrituras yóguicas llamadas Upanishads piden por lo menos dos horas y media de sadhana antes de la salida del sol. La duración de dos horas y media se determina por la ley del karma: todo lo que das, lo recibes de vuelta diez veces más. Por tanto, si le dedicas un décimo de cada día a tu conciencia superior, tu día entero se cubre por la energía retornante.
Es importante hacer ejercicio antes del amanecer porque el ángulo del Sol con la Tierra es muy bueno para la meditación. También, hay mucho prana en estas horas y los ritmos corporales están más preparados para soportar una purificación física. Pocas personas están despiertas y ocupadas, así que el desorden y el bullicio de las actividades diarias no interfieren con tu práctica.
En la meditación estamos limpiando los miedos del subconsciente. Mientras cada miedo surge y lo observamos con neutralidad, el miedo pierde su poder sobre nosotros. La mayoría de los miedos se aprendieron en un momento particular del día. Así que estos miedos tienden a ocurrir con mayor intensidad a la hora del día en el que originalmente se experimentaron. Meditando por la mañana, lentamente, atraemos las ansiedades de todas las otras partes del día. Normalmente, reaccionamos a las ansiedades en sus tiempos y condiciones. En la meditación, los efectos de viejos miedos llegan a nosotros en nuestro tiempo y bajo nuestras condiciones. Puesto que llegan en el mismo tiempo cada día, se vuelve cada vez más fácil tratar con cada uno. La meditación matinal limpia las preocupaciones y proyecciones diarias de tal manera que no
Fuente: Yogui Bhajan, El maestro de la Era de Acuario
¿Por qué meditar al salir del sol?
En todas las disciplinas espirituales hay prácticas en la madrugada, se le llama Amrit Vela(la hora de al Ambrosia, el néctar divino). Esta elección no es casual. A esa hora la mayoría de las personas aún duerme, podemos aprovechar de una energía muy limpia, a nivel físico (menos móviles, ordenadores, televisiones encendidos) y a nivel sutil (las corrientes de pensamientos de millones de personas).
Además, en la Sadhana, dedicamos una décima parte de nuestro día a nosotros mismos, a conectar con nuestra alma. Yogi Bhajan decía que después de haber hecho Sadhana ya no necesitabas hace nada más, que habías cumplido con tu propósito ese día!
Al levantarnos tan temprano, rompemos con nuestros patrones y recorridos neuronales habituales, es decir: producimos un cambio en nuestra manera de pensar!
Yogi Bhajan decía “Si no te desafías a ti mismo, la vida vendrá a desafiarte.” Así que acepta el reto, abraza tu alma, entra en la corriente de sonido meditativo… y, sobre todo VIVE la experiencia.
Ojala estas palabras los motiven, como en algún momento me motivaron a mí, a experimentar, a encontrar de que formas la práctica del Yoga les ayuda a conectar con ustedes mismos para expandirse.
Les dejo un video super divertido con algunas técticas para levantarse por la mañana, no dejen de verlo!! https://www.youtube.com/watch?v=hmUhJnrPMx4